sábado, 14 de noviembre de 2015

Las últimas palabras de Steve Jobs -



He llegado a la cima del éxito en los negocios.
A los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito.
Sin embargo, aparte del trabajo, tengo poca alegría. Finalmente, mi riqueza no es más que un hecho al que estoy acostumbrado.
En este momento, acostado en la cama del hospital y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas de la que yo estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante ante la muerte inminente.
En la oscuridad, cuando miro las luces verdes del equipamiento para la respiración artificial y siento el zumbido de sus sonidos mecánicos, puedo sentir el aliento de la proximidad de la muerte que se me avecina.
Sólo ahora entiendo, una vez que uno acumula suficiente dinero para el resto de su vida, que tenemos que perseguir otros objetivos que no están relacionados con la riqueza.
Debe ser algo más importante:
Por ejemplo, las historias de amor, el arte, los sueños de mi infancia...
No dejar de perseguir la riqueza, sólo puede convertir a una persona en un ser retorcido, igual que yo.
Dios nos ha formado de una manera que podemos sentir el amor en el corazón de cada uno de nosotros, y no ilusiones construidas por la fama ni el dinero que gané en mi vida, que no puedo llevarlos conmigo.
Solo puedo llevar conmigo los recuerdos que fueron fortalecidos por el amor.
Esta es la verdadera riqueza que te seguirá; te acompañará, le dará la fuerza y la luz para seguir adelante.
El amor puede viajar miles de millas y así la vida no tiene límites. Muévete adonde quieras ir. Esfuérzate para llegar hasta las metas que desea alcanzar. Todo está en tu corazón y en tus manos.
¿Cuál es la cama más cara del mundo? La cama de hospital.
Usted, si tiene dinero, puede contratar a alguien para conducir su coche, pero no puede contratar a alguien para que lleve su enfermedad en lugar de cargarla usted mismo.
Las cosas materiales perdidas se pueden encontrar. Pero hay una cosa que nunca se puede encontrar cuando se pierde: la vida.
Sea cual fuere la etapa de la vida en la que estamos en este momento, al final vamos a tener que enfrentar el día cuando la cortina caerá.
Haga tesoro en el amor para su familia, en el amor por su esposo o esposa, en el amor por sus amigos...
Trátense bien y ocúpense del prójimo.

KARMA!!!!

"Francia bombardea Siria pero nosotros no vemos imágenes".
Acaso la muerte de los niños Sirios es menos importante, acaso vale menos que la vida de un francés ? Repudio cualquier forma de violencia. Resulta que cuando un país invade y ataca la población de un pueblo con fines que se maquillan y que todos sabemos, cuando la violencia vuelve hacia ellos se convierten en terroristas. Lamento las muertes de la gente inocente de ambas partes que no eligió estar en medio de esta locura. Ojala algún día evolucionemos de verdad, la verdadera evolución humana no esta en la tecnología sino en el respeto a la vida.
Yo a esto le llamo KARMA, todo lo que tu haces tarde o temprano vuelve a ti.

El amor....


jueves, 12 de noviembre de 2015

Un niño....






Hoy se me amaneció en la puerta misma de la casa, un niño dormido, con su rostro de mil años, sus pequeñas manos casi de barro por andar hurgando la noche en tachos insolentes y siempre vacíos, sus patitas descalzas con las suelas del frío clavadas en las plantas y una marca Nike hecha con saliva, su cuerpo de retazo enseñando alguna herida, quien sabe de cuantas batallas abusivas, rodillas raspadas que se curan con las lágrimas de la soledad y del hambre, no quise despertarlo, solo me senté junto a el con una manzana en una mano y en la otra una juguete barato, se que no hice nada, solo le di una migaja de ternura, es la única caricia que me quedaba....perdón, si alguna vez me ven con miles de niños trepándome, hasta alcanzar su tranquilidad con las alas del hambre....
Douglas Alanis Alvarez.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

No hay.....

Algún día....


Un hijo ejemplar.



Un hijo llevó a su padre a un restaurante para disfrutar de una deliciosa cena. Su padre ya era bastante anciano, y por lo tanto, un poco débil también. Mientras comía, un poco de los alimentos caía de cuando en cuando sobre su camisa y su pantalón. Los demás comensales observaban al anciano con sus rostros distorsionados por el disgusto, pero su hijo permanecía en total calma.
Una vez que ambos terminaron de comer, el hijo, sin mostrarse ni remotamente avergonzado, ayudó con absoluta tranquilidad a su padre y lo llevó al sanitario. Limpió las sobras de comida de su arrugado rostro, e intentó lavar las manchas de comida de su ropa; amorosamente peinó su cabello gris y finalmente le acomodó los anteojos.
Al salir del sanitario, un profundo silencio reinaba en el restaurante. Nadie podía entender cómo es que alguien podía hacer el ridículo de tal manera. El hijo se dispuso a pagar la cuenta, pero antes de partir, un hombre, también de avanzada edad, se levantó de entre los comensales, y le preguntó al hijo del anciano: “¿No te parece que has dejado algo aquí? “
El joven respondió: “No, no he dejado nada”. Entonces el extraño le dijo:”Sí has dejado algo! ¡Haz dejado aquí una lección para cada hijo, y una esperanza para cada padre!” El restaurante entero estaba tan silencioso, que se podía escuchar cae un alfiler.
Uno de los mayores honores que existen, es poder cuidar de aquellos adultos mayores que alguna vez nos cuidaron también. Nuestros padres, y todos esos ancianos que sacrificaron sus vidas, con todo su tiempo, dinero y esfuerzo por nosotros, merecen nuestro máximo respeto. Si también sientes respeto hacia los adultos mayores, comparte esta historia con todos tus amigos.