jueves, 5 de noviembre de 2015

El inmenso mar

Sabes por que el mar es tan grande?TAN INMENSO?
TAN PODEROSO?
Y porque tiene la humildad de colocarse algunos centímetros abajo de todos los ríos???
Sabiendo recibir, se torno grande.
Si quisiese ser el primero, y estar unos centímetros encima de todos los ríos, no sería mar, sino una isla.
Toda su agua iría para los otros y estaría aislado.
La pérdida es una parte de la vida.
La derrota es una parte de la vida.
La muerte es una parte de la vida.
Es imposible que vivamos sin esto.
Precisamos aprender a perder, a caer, a errar y a morir.
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber vivir.
Si aprendes a perder, a caer, a errar, nadie más te podrá controlar.
Porque lo máximo que te podrá suceder es caer, errar y/o perder...Y esto ya tú lo sabes.
Bien aventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o perder,...
...el acierto y el error, el triunfo y la derrota, la vida y la muerte.
Un Abrazo a todos y recuerden siempre que el Éxito es...
Ser Feliz!!!
El resto es consecuencia...

martes, 3 de noviembre de 2015

SI EL MAÑANA NUNCA LLEGA....






Si por un instante yo me olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo mas de vida, posiblemente no diría todo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate !

Si el destino me obsequiara un trozo mas de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...


A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse ! A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

Si por un instante yo me olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo mas de vida, posiblemente no diría todo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate !

Si el destino me obsequiara un trozo mas de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...


A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse ! A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y quisiera ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Sino por la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."

Gabriel Garcia Marquez.



domingo, 1 de noviembre de 2015

¡E -X- C- E- L- E-N-T-E ! LA CARTA QUE TODO PADRE DEBE LEER

LA FUNDACIÓN MANANTIALES EN URUGUAY TRATA A JÓVENES CON PROBLEMAS DE DROGA ADICCIÓN Y HACEN UN EXCELENTE TRABAJO RECUPERÁNDOLOS. 


Fundacion Manantiales Uruguay
La carta que tu hijo adolescente no te puede escribir
Querida Mamá, querido Papá:
Esta es la carta que yo quisiera poder escribirte.
En este momento estamos en una lucha; una lucha compuesta de peleas, silencios y reclamos. Yo necesito ésta lucha.
No te lo puedo decir porque no tengo las palabras para hacerlo y si te explicase no tendría sentido alguno. Pero necesito esta lucha, la necesito desesperadamente. Necesito odiarte ahora y necesito que tú sobrevivas a mi odio y al odio que en ocasiones sientes por mí. Necesito esta lucha aunque la odio a ella también. No importa de qué se trata ésta lucha: mi hora de llegada, mi tarea, la ropa sucia, mi cuarto desordenado, el salir, el quedarme en casa, el novio, la novia, no tener amigo o tener los que son mala influencia. No importa el tema, yo necesito luchar contigo y necesito que tú también luches.
Desesperadamente necesito que sostengas el otro lado de la cuerda; que la sostengas con mucha fuerza mientras yo la latigueo del otro extremo, mientras encuentro cómo sostenerme en éste nuevo mundo al que estoy entrando, mientras encuentro mi lugar y mi identidad en él.
Antes yo sabía quién era, quién eras tú, quienes éramos nosotros, pero ahora no lo sé. Ahora estoy buscando mis contornos y a veces la única forma de encontrarlos es provocándote. Cuando empujo todo lo que antes sabía, encuentro mi contorno, y es ahí donde siento que existo y por un minuto… puedo respirar. Sé que añoras al niño (a) que fui, y a veces esa añoranza es demasiado dolorosa para mí. Y sé que para ti.
Yo necesito esta lucha y necesito ver que no importa que tan malos o grandes sean mis sentimientos, no te van a destruir, ni a mí. Necesito que me ames aún en mis peores momentos, aún cuando parece que yo no te amo. Necesito que te ames y me ames por los dos ahora. Sé que es horrible que a alguien no le caigas bien y que te etiqueten de malo. Yo me siento por dentro de la misma manera, pero yo necesito que tú lo toleres y que busques la ayuda de otros adultos, porque yo no puedo ahora. Si quieres puedes hablar mal de la situación a mis espaldas, lo necesitas, pero por favor, no me des por perdido, jamás te rindas por más que yo lo provoque. Te lo suplico.
Esta es la lucha que me enseñará que mi sombra no es más grande que mi luz. Esta lucha me enseñará que los sentimientos malos u oscuros no significan el término de una relación. Esta lucha me enseñará a escucharme, aún cuando pudiera decepcionar a los demás. Esta lucha me enseñará lo que necesito saber para mi vida futura.
Yo sé que no hay satisfacción inherente en éste trabajo tuyo de ser padre/madre y lo más seguro es que ni siquiera te agradeceré por hacerlo o que recibirás algún reconocimiento por mi parte (por lo menos no por ahora). Muy por el contrario, probablemente te criticaré por todo el trabajo difícil que realizas y me parecerá que nada de lo que hagas es suficiente; y aún así, cuento enteramente con tu habilidad de mantener esta lucha. NO importa cuánto te discuta, NO importa cuánto te insulte. NO importa qué tan silenciosa sea mi lucha. Por favor no sueltes el otro lado de la cuerda; no dudes que estás haciendo el trabajo más importante que alguien pudiera hacer por mí en éste momento y para toda mi vida.
Y esta lucha en particular llegará a su fin, te lo prometo. Como cualquier tormenta, se calmará. Y yo olvidaré y tú olvidarás.
Y regresaré.
Y necesitaré que tú tomes la cuerda de nuevo. Yo necesitaré de ti del otro lado cuando esto termine y por muchos años más, por todos los que viva, aunque cada vez de manera distinta.
Y nos reiremos y te amaré más que nunca por haberte y haberme sostenido.
Con amor y devoción,
Tu hijo adolescente.

ESTO TE LLEVARA 3 MINUTOS LEER Y TE SERVIRA PARA TODA LA VIDA





Este es un ensayo de Viktor Frankl,
neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el
fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia.

No eres Tú, soy Yo...
¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.

Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.

Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.

Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.

No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.

Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.

Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:

"Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".

¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?

No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.

Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.

Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.

La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella... ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino".