sábado, 23 de mayo de 2015

Porque...




En el intrincado bosque de mi mente,
entre el follaje tupido, e impenetrable
de esa jungla, te busco por doquier sin
encontrarte.
Me muevo sigilosa, pisando suavemente
hojas secas que crujen  a mi paso aunque no quiera
¿porque te escondes de mi, si yo te amo?,
¿porque no quieres ser parte de mi vida?,
¿acaso he hecho o dicho algo y te he dañado?,
¿o simplemente no soy lo que buscas en tu vida?.
Podrías evitarme todo esto tan solo con hablarme
y ser sincero, solo eso necesito, tu franqueza,
no este estúpido juego de cobarde.

Virginia Pollero.

Ja ja ja...

jueves, 21 de mayo de 2015

Maltrato.




Estuve padeciendo tu locura,
tratando sin lograrlo detenerte,
jugaste con mi alma y sentimientos,
creyéndote mas fuerte que la muerte.

Creíste que eras mi propietario,
que aguantaría todos tus maltratos,
que podrías hacer de mi lo que quisieras.

Trate de ayudarte a cambiar de mil maneras,
psicólogos, denuncias, tratamientos,
prometías que nunca volverías a cometer
esas atroces cobardías, pero nunca
pudiste doblegar tus insanías.

Te dejé muchas veces, me buscaste,
me acosaste de todas las maneras,
ultrajaste hasta la fibra mas intima
de mi ser todo ya lleno de heridas.

Hasta que un día, el volcán que tu
creaste, despertó con una furia indómita,
sin darte tiempo a nada la lava ardiendo
acabo con tu vida en un instante.

Estuve muy mal, no lo discuto,
no me dejaron ninguna alternativa
la justicia es muy lenta en estos casos,
hoy no puedo vivir con mi conciencia..

Virginia Pollero.

miércoles, 20 de mayo de 2015

LA FELICIDAD.-

La Felicidad no está ni en el pasado ni en el futuro, es hoy.
La cosa más fácil, equivocarse.
El obstáculo más grande, el miedo.
El error mayor, abandonarse.
La raíz de todos los males, el egoísmo.
La distracción más bella, el trabajo.
La peor derrota, el desaliento.
Los mejores profesores, los niños.
La primer necesidad, comunicarse.
Lo que nos hace más feliz, ser útiles a los demás.
El misterio más grande, la muerte.
El peor defecto, el malhumor.
La persona más peligrosa, la mentirosa.
La mayor satisfacción, el deber cumplido.
El sentimiento más ruin, el rencor.
El mejor remedio, el optimismo.
El regalo más bello, el perdón.
El resguardo más eficaz, la sonrisa.
Lo imprescindible, el hogar.
La ruta más rápida, el camino correcto.
La sensación más grata, la paz interior.
La fuerza más potente del mundo, la fe en ti mismo.
Las personas más necesarias, los padres.
La cosa más bella de todas, el amor.
Madre Teresa de Calcuta.

martes, 19 de mayo de 2015

Déjame....



Déjame creer que aun me amas,
déjame pensar que tu alma brama
llamando mi nombre a todas horas.
Quiero darme cuenta lentamente
que es un juego sucio de mi mente,
Que esto a sido todo una mentira,
solo así, solo entonces,
en la inmensidad de ese momento
cuando me despierte de ese sueño,
me iré a navegar en la mañana
en un mar de desolación y desventura.
Andaré a la deriva por un tiempo
hasta que asimile mi destino.

Virginia Pollero



domingo, 17 de mayo de 2015

VIVIR EN EL EXTRANJERO



"Somos muchos los que por diferentes motivos un día decidimos dejar nuestra casa, familia, amigos y amores para irnos a otra tierra a empezar de nuevo.
Sin ventajas, sin enchufes, sin apoyo, sólo con la maleta llena de trapos inadecuados para el invierno, ilusiones, un título enrolladito (que sigue enrolladito y sin homologar).
Un bolsillo lleno del dinero reunido durante el proceso de indecisión, y por si acaso, con las groserías bien aprendidas en todos los idiomas posibles, para por lo menos saber cuándo nos estaban insultando.
Muchos quisimos tirar la toalla más de una vez y mandar a donde se merecía al ignorante de turno, agarrar el primer avión cuando no teníamos cerca a nadie que nos hiciera un caldo de pollo para pasar la gripe. Muchos gastamos todo lo que nos sobraba del sueldo en tarjetas, cibercafés, estampillas, y cuanto medio nos permitiera seguir en contacto con los que se quedaron en casa o con los otros que estaban desparramados por el mundo.
Muchos tuvimos que auto-cantarnos el feliz cumpleaños, cenar solos en Navidad, trabajar en Año Nuevo para que el trago fuera menos amargo. Muchos nos perdimos los momentos importantes en la vida de nuestros seres queridos, no sólo la cotidianidad, sino esos momentos memorables. Somos los eternos ausentes en las bodas, nacimientos, cumplaños de quince, graduaciones, incluso de los funerales, principalmente los funerales.
Nos hemos convertido en facebook-twitter-skype-whatsapp- dependientes, y eso después de haber superado la era de la icq-messenger-postalelectrónica-fax-dependencia.
Hemos hecho nuevos amigos, formado una familia o hemos sido adoptados por la de otros. Nos hemos acostumbrado al frío o al calor, a que por estos lugares nadie hace cola para usar el transporte público, a caminar sin aferrar la cartera como si se tratara de la vida, a usar los hospitales públicos, a no dejar la luz encendida, a abrir las ventanas antes que encender el aire acondicionado, a dejar las frutas tropicales para los momentos especiales y atiborrarnos de fresas grandotas que sólo comíamos en la temporada de verano. Hemos aprendido a cruzar la calle por donde se debe, conducir como se debe, bajar y subir por donde se debe, a sentarnos en el autobús o ir apretados pero nunca colgando en la puerta, al silencio, a los parques con los columpios puestos, a la basura en los basureros, a la radio maaaaaaala y sin humor, al acento de Los Simpson, a cargar muchas moneditas en el bolsillo y reírnos solos pensando que rompimos el chanchito. Hemos aprendido a explicarle al carnicero cuál es el corte de carne que queremos para hacernos un buen asado. Se nos ha hecho un nudo en la garganta cuando por la tele escuchamos el himno antes del partido de la celeste. Hemos sido hormiguitas ahorradoras para organizarnos unas vacaciones en nuestra casa.
Nosotros no somos millonarios porque ganemos en dólares, euros o libras, no somos extranjeros porque tengamos doble nacionalidad, no somos sudacas, ni latinos. Somos un montón de gente que se ha jugado… y puso lo que tenía que poner, tanto como en nuestro propio país, pero con las oportunidades que allí no nos jugaban a favor. Nosotros somos testigos del cambio, porque para poder ver la totalidad de las cosas, hay que tomar distancia. Somos unos nostálgicos permanentes que añoramos el lugar donde nacimos y crecimos, pero el que era cuando nos fuimos… no el de ahora y que ya no reconocemos.
Nosotros somos esos con amigos en todo el mundo, que siempre tenemos visita en casa, que enviamos cosas y pedimos encargos, esos mismos que sufrimos paranoias nocturnas preguntándonos si nuestros seres queridos están en casa sanos y salvos y que aunque estemos pasando un mal momento siempre le decimos a nuestras madres que “estamos bien”.
Nosotros somos los que hacemos reír a nuestros nuevos amigos, los que les decimos que tienen que conocer el mejor país del mundo… pero que por favor, no vayan solos.
....y Siempre mirando..............Al Sur del Sur
No, esto no lo escribí yo.
Lo tomé de alguno de los muchos otros que un día decidieron probar suerte lejos de casita." y se que es así de real por experiencia propia.
(Anónimo).